ECO
Guía Compra
Coche

• 100% eléctricos o BEV: Son aquellos que transforman la energía almacenada en las batería en en energía cinética que se traslada directamente a las ruedas del vehículo. En estos modelos se aprovecha la energía de frenadas y desniveles para generar la electricidad que se acumula en las baterías.
• Eléctricos de autonomía extendida o REEV: Los motores se apoyan en un motor de combustión para obtener mayor autonomía. Este motor funciona únicamente para recargar la energía de las baterías dejando el resto del trabajo al motor eléctrico.

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• Reducción de gastos y eficiencia: Al no depender de combustibles fósiles evitamos ese coste. Asimismo los costes de mantenimiento también son más reducidos que en los vehículos convencionales ya que en gran medida podremos evitar sustituciones de aceite, líquidos y filtros. Igualmente necesitan menos energía para realizar el mismo esfuerzo con un precio aproximado de 1 euro por cada 100 km, mientras que en el caso de un vehículo de combustible estaría entre los 6 y 8 euros cada 100 km.
• Reducción de la contaminación de carbono y acústica: Evitan la emisión de gases contaminantes y partículas a la atmósfera porque no dependen de gasolinas o gasoils. Igualmente son muy silenciosos, disminuyen las vibraciones y casi no emiten calor.
• Aprovechamiento y sencillez: Los motores eléctricos son muy potentes y dinámicos y la aceleración es rápida y constante. Asimismo al necesitar un motor más pequeño se amplía la confortabilidad en el habitáculo.
• Recarga: Los tiempo de recarga de estos vehículos son inferiores a los eléctricos y eso les hace que sea una ventaja atractiva.

• Puntos de recarga y autonomía: Al no estar muy generalizado el uso de coches eléctricos, los puntos de recarga son aún escasos y por tanto su autonomía es baja para viajes de largo recorrido. Consulta los principales puntos de recarga →
• Elementos contaminantes: Ten en cuenta que pese a que tu vehículo no emite contaminación mientras circula, la carga con fuentes de energía no renovables, generan también emisiones de carbono. Igualmente las baterías que se realizan al terminar su vida útil se convierten en otro problema ya que disponen de compuestos altamente contaminantes.
• Coste inicial: Como su uso no está muy generalizado, el coste de estos vehículos es más elevado que sus homólogos convencionales. Igualmente las reparaciones son más costosas ya que no existe tanta variedad de piezas y recambios. También disponen de mayor peso que puede afectar al consumo de los mismos.

• Pila de hidrógeno: Estos vehículos utilizan una pila o batería en la que el hidrógeno se oxida y genera la reacción necesaria para producir electricidad que hace mover al motor del vehículo.
• Celda de hidrógeno: La reacción química que genera electricidad se realiza en una membrana. No se agota como lo haría una batería ni precisa recarga pero la corrosión y degradación de las celdas puede limitar su vida útil.
• Combustible de hidrógeno: Este sistema utiliza un motor de combustión en el que se unen el hidrógeno y el oxígeno que genera la energía necesaria para circular. Este sistema requiere de un depósito alternativo en el vehículo.

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• Reducción de la contaminación: Al generar vapor de agua, las emisiones que realizan estos vehículos cuando se utilizan son cero.
• Eficiencia y rendimiento: Los motores ofrecen una gran fuerza y duración y generan una gran eficiencia y rendimiento. Además la densidad energética alta que le ofrece mayor autonomía y los costes de mantenimiento del motor son menores.
• Repostaje: Al nutrirse de hidrógeno, éste se carga con una manguera en pocos minutos al igual que ocurre con la gasolina o el diésel. La única diferencia es que el depósito va cerrado herméticamente para evitar que el gas se filtre.

• Costes: Los componentes para generar las pilas de hidrógeno, así como el procesado de este combustible no son económicas, por lo que los costes de estos vehículos son muy elevados y no están al alcance de todos los bolsillos. Igualmente el coste del hidrógeno no es barato y se podría equiparar al de la gasolina y son coche pesados que requieren de más energía y por tanto más consumo.
• Emisiones contaminantes: El hidrógeno se obtiene a través del carbón, el petróleo o el gas natural y para su creación se generan gases contaminantes como el CO2 por lo que no evitamos la emisión de residuos en la atmósfera y el efecto invernadero que generan.
• Almacenaje, conservación y distribución: Este compuesto no puede almacenarse licuado porque necesita temperaturas muy bajas o muchísima presión y en formato gas ocupa mucho volumen. Asimismo, al ser altamente inflamable, requiere de un sistema de seguridad caro. Igualmente no existe una red de distribución extendida y las estaciones de repostaje son difíciles de encontrar.

• Biocombustible: Llamamos así a cualquier combustible generado a través de la biomasa. Estos combustibles pueden ofrecerse en tres versiones: sólido, líquido o gaseoso. Los más usados son el bioetanol desarrollado a partir de maíz, sorgo, caña de azúcar o remolacha; y el biodiesel creado a través de aceites vegetales extraídos de semillas como la canola, la soja o el raps. Igualmente se clasifican en tres versiones:
  • Los de primera generación, que derivan de materias primas que también son fuentes de alimento (azúcar, almidón, aceite vegetal o grasas animales).
  • Los de segunda generación, que se realizan mediante cultivos no destinados a la alimentación y considerados como desperdicios (tallos, vainas, virutas de madera o cáscara de fruta).
  • Los de tercera generación, que son aquello producidos a través de algas que se fermentan para crear aceite o combustible de algas.
• Gas Natural Vehicular (GNV): Este carburante, también conocido como Gas Natural Comprimido (GNC) en su estado gaseoso o Gas Natural Licuado (GNL) en su estado líquido, está compuesto por metano. Los vehículos que utilizan este combustible son bifuel, es decir, disponen de dos depósitos: uno para el gas que tiene que estar a una presión en torno a los 200 bares y otro para la gasolina pudiéndose alternar uno con otro en todo momento. El gas Natural es muy ligero lo que hace que se disipe fácilmente en lugares ventilados, por lo que ofrece gran seguridad de suministro, almacenamiento y consumo. Aun así su uso y comercialización no está muy extendida.
  

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• Gas Licuado del Pretróleo (GLP): Este combustible es una mezcla de gas propano y butano también conocido como autogas y casi no tiene azufre y otras sustancias como los metales dañinos. Es un gas más pesado que el GNC y puede pasar de estado gaseoso a líquido con poca presión, unos 7 bares. El funcionamiento es muy parecido a los coche con motor de gasolina ya que el gas se comporta de forma similar cuando se inyecta en los cilindros. Los motores diésel, por el contrario, no podrían utilizar esta tecnología ya que funcionan por compresión y no por ignición. Estos vehículos también requieren de un doble depósito para almacenar tanto el gas como la gasolina.
  

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• Reducción de gastos y menor ruido ambiental: El uso del gas hará que se note en un ahorro de los costes de combustible ya que tiene un precio inferior a los carburantes fósiles actuales. Los constes de mantenimiento también son inferiores ya que hay menor desgaste de mecánica. Igualmente son vehículos son más silenciosos y vibran menos lo que disminuye la contaminación acústica y aportan una conducción más agradable y confortable.
• Reducción de la contaminación: Cualquiera de los tres combustibles alternativos de los que hemos hablado reduce la emisión de los gases contaminantes que emiten en comparación al diésel o la gasolina. Los biocumbustibles por ejemplo no emite una concentración neta de carbono, y la emisión de C02 se reduce en un 10%, Además los cultivos vegetales para la creación de estos combustible en su fase de crecimiento.
• Recurso Naturales: El gas natural es un recurso que encontramos abundante en la naturaleza, lo que podría ser una alternativa al uso de otros combustibles derivados de otros recursos naturales más escasos como el petróleo, y los minerales que se emplean en la creación de baterías eléctricas.

• Puntos de recarga y consumo: Estos tres tipos de combustibles no están muy extendidos, el que que más es el GLP, por lo que no están disponibles en cualquier gasolinera o punto de repostaje.
• Recursos naturales: En los biocumbustibles al utilizarse cultivos y agrícolas y ganaderos, se podría generar una deforestación de los bosques y un encarecimiento de los productos naturales que sirven para la alimentación.
• Coste inicial y habitabilidad: El coste de estos vehículos es superior a los motores diésel o gasolina. Asimismo, hay que tener en cuenta que los depósitos de gas ocupan un mayor espacio lo que hace que podamos perder espacio de almacenamiento.
• Potencia: La potencia del uso del gas es ligeramente inferior, aunque no es notable en una conducción normal. Aun así necesitan un mayor volumen de combustible para su conducción, ya que son vehículos más pesados.