Se vislumbra cambio de tendencia
La economía andaluza crece en el IIT22 el 5,9%, animada por la recuperación del turismo y atenazada por otros factores exógenos que restan dinamismo a la economía regional. La demanda interna crece el 3,1%, impulsada por la reformas laboral y la liquidez acumulada durante la pandemia, con la recuperación del turismo, con casi nueve millones de turistas, la contribución positiva de la reforma laboral; la subida de precios de las materias primas, la guerra del gas y la compresión de la renta disponible, que restan intensidad al crecimiento del consumo privado y público. La inversión presenta el mayor incremento, mientras la demanda externa también mejora levemente su contribución. Avances en el mercado laboral, con reflejo en la mayor ocupación y compresión de la tasa de paro. La subida generalizada de precios, con el 10,9% se rebasa la media estatal y centra las mayores subidas en la vivienda, alimentación y bebidas no alcohólicas.
Se prevé un cambio de tendencia en la segunda parte del ejercicio, con recorte generalizado de previsiones. La invasión de Ucrania, ha desatado la guerra del gas, la subida generalizada de precios de combustibles a las puertas del crudo invierno, las dificultades asociadas a las cadenas de suministros, con consecuencias perceptibles en toda la UE, en un contexto de altibajos políticos que podrían debilitar la unidad política de acción de la UE ante la amenaza rusa. Con todo, se prevé un crecimiento próximo al 3,8% para Andalucía en 2022