‘El tercer paraíso’: así es la novela ganadora del Premio Alfaguara 2022

El periodista chileno-argentino Cristian Alarcón gana el Premio Alfaguara de Novela por una obra donde las raíces familiares se encuentran en el confinamiento a través de la naturaleza

Cristian Alarcón, ganador del premio Alfaguara. Foto Alejandra López

El jurado no tuvo dudas: por unanimidad decidió que El tercer paraíso de Cristian Alarcón tenía que ser la obra ganadora del Premio Alfaguara de novela 2022.

En esta edición, la XXV de este concurso -uno de los más importantes de las letras castellanas- se recibieron 899 manuscritos (casi la mitad, de España), y su premio mayor está dotado de 154.000 euros.

Alarcón es periodista de profesión, y se define como un trabajador “que estuvo toda su vida luchando por conciliar el periodismo y la literatura”.

Una narrativa de dos caminos

El tercer paraíso, que se publicará en España y Latinoamérica el 24 de marzo, presenta una narrativa dual que transcurre entre los paisajes de Chile y Argentina, el primero el país donde nació; y el segundo donde se crió y realizó su carrera profesional en medios y universidades locales.

La periodista Pepa Fernández dialoga con Alarcón al comunicarle el premio. Foto Alfaguara

En la novela de Alarcón el protagonista reconstruye la historia de sus antepasados, “al tiempo que ahonda en su pasión por el cultivo de un jardín, en busca de un paraíso personal. La novela abre una puerta a la esperanza de hallar en lo pequeño un refugio frente a las tragedias colectivas”, indica el jurado presidido por Fernando Aramburu en su fallo.

“La novela abre una puerta a la esperanza de hallar en lo pequeño un refugio frente a las tragedias colectivas” dijo el jurado

Cuando la pandemia era una ola que paralizaba todo, en Buenos Aires una persona se retira a su casa de las afueras de la ciudad y se dedica a cultivar su jardín.

Volver a lo sencillo

Su curiosidad por la botánica le lleva a investigar las expediciones europeas del siglo XVIII, y en paralelo, recuerda la historia de su familia en el pueblo patagónico de Daglipulli, en Chile, que fue expulsada por la dictadura de Pinochet.

Los paisajes del Cono Sur, la historia, la botánica y los recuerdos familiares van moldeando el carácter del protagonista y su manera de estar en el mundo.

“Lo pequeño, lo sencillo, ese paraíso personal que construimos como refugio es también, en última instancia, lo que siempre nos salva”, indicaron en Alfaguara.

Alarcón en un homenaje a Tomás Eloy Martinez en Cartagena, en 2011. Foto Ricardo Maldonado

Una carrera a bordo del periodismo narrativo

Desde inicios de los ’90 Alarcón se ha dedicado al periodismo de investigación matizado con la crónica narrativa. Ha colaborado en medios argentinos como Clarín, Página/12, Crítica de la Argentina, Rolling Stone y la mexicana Gatopardo; y ha fundado la revista Anfibia y el sitio Cosecha Roja, donde también explora el cruce entre géneros periodísticos.

Además es profesor de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata y dirige la maestría en Periodismo Narrativo en la Universidad de San Martín, ambas de Argentina.

En ambientes marginales

En sus libros Cuando me muera quiero que me toquen cumbia (2003) y Si me querés, quereme transa (2010) se sumerge en los ambientes marginales de Buenos Aires, así como en Un mar de castillos peronistas (2013) escribe crónicas de viaje y perfiles de personajes disidentes, subalternos y marginales.

Fotos jurado premio Alfaguara de novela 2022. Foto Alfaguara

Su novela premiada es, de alguna manera, el reflejo de su personalidad. El libro fue escrito en plena pandemia, describió, “primero como un retiro que me obligué a hacer en las afueras de Buenos Aires, y luego tener que sobrevivir a una de las cepas más terribles del covid en el sur de Chile; en una casa antigua cerca de donde nací, y donde transcurren los acontecimientos de El tercer paraíso”, precisó el escritor.

“He escrito sobre traficantes y ladrones en Buenos Aires, y cerca de los 50 me reencontré con una profunda relación con la naturaleza, el descubrimiento de lo botánico y una vida más allá de nuestras emergencias”, agregó Alarcón.

a.
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